El videojuego es mejor conocido por su violencia, acción o escenas espectaculares. Por eso, de vez en cuando, algunos títulos vienen a ofrecernos un ritmo más tranquilo y apacible para ayudar al jugador a reconectar con instintos más simples y menos primarios.
Tasomachi desarrollado por Orbital Express y publicado por PLAYISM es uno de esos títulos con esta ambición.
¿Será capaz de satisfacer plenamente esta necesidad de volver a lo básico?
AVANT DE COMIENZO
Es la segunda vez en mi vida como jugador que un juego tiene menús en caracteres japoneses por defecto. Sigue esta breve guía visual para cambiar el juego a inglés.
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En Tasomachi, juegas como Yukumo, una niña en un viaje a bordo de su extraño vehículo volador con forma de aeronave para una persona.
Pero su viaje se pondrá a prueba rápidamente, ya que su nave se ve incapaz de seguir volando.
Varada en un pequeño pueblo habitado solo por una criatura felina, Yukumo tendrá que encontrar Earth Essences para reparar su nave y descubrir el misterio en torno a una extraña niebla que rodea este pueblo y los demás pueblos de los alrededores.
Desgraciadamente, el juego acaba siendo de un tipo bastante particular, ya que sin puesta en escena, ni voz, con menos de lo mínimo de banda sonora, el juego destila falta de experiencia en diseño de juegos o recursos. O ambos.
Así que estamos ante un juego de plataformas/exploración donde el jugador tendrá que recolectar estas esencias una y otra vez, sin ninguna adversidad, ni originalidad a veces después de haberse enfrentado a "puzzles" de plataformas poco inspiradores.
La repetitividad de todo se siente muy rápido y la ausencia de novedad regular no ayuda a renovar el interés. Sobre todo porque para un juego de plataformas, la gestión de los saltos es bastante complicada. La falla es una inercia demasiado exagerada que también puede impulsar a Yukumo millas alrededor en el caso de saltos sobre o desde plataformas móviles. Del mismo modo que puede distorsionar los cálculos de salto con bastante severidad.
De repente, mientras buscábamos relajarnos, surge la frustración.
Frustrado por tener que lidiar incluso con saltos elementales que fallan. Frustrado con solo tener estos elementos de la tierra para recolectar. Frustrado con una flagrante falta de diversidad y originalidad.
Y no deja de ser una pena si queréis mi opinión porque el apartado visual, aunque técnicamente pobre y poco variado, destila cierto encanto. Este juego tenía un potencial significativo para la relajación, pero se ve empañado por una flagrante falta de recursos y una jugabilidad que merece un poco más de reflexión.
Casualmente, lo más emocionante de este juego es cuando te encuentras frente al menú principal completamente en japonés por defecto y tienes que encontrar el menú de opciones para cambiar el juego a inglés...