Desde la creación de la República, la nobleza de Alderaan ha desempeñado un papel político de liderazgo, asumiendo en el Senado una posición a favor de la paz, la libertad y la unión. Si Coruscant siempre se ha considerado el corazón de la República, Alderaan era su alma. Pero tras el Tratado de Coruscant, Alderaan se retiró de la República y rápidamente se convirtió en el escenario de una de las guerras civiles más sangrientas de la historia de la galaxia. El futuro de este otrora glorioso planeta está ahora más amenazado que nunca.
Reconocido por su fascinante belleza, Alderaan, con sus frondosos bosques y sus cadenas montañosas cubiertas de nieve, siempre ha sido una tierra idílica. Como la serenidad que emanaba del paisaje, el clima político en Alderaan siempre había sido sereno en el pasado, aunque la corona circulaba ampliamente entre las casas nobles. Pero la Gran Guerra trastornó el equilibrio secular de Alderaan. En un intento por socavar la moral de la República, el Imperio Sith está invadiendo el planeta en masa, dominando rápidamente a las fuerzas defensivas locales y tomando como rehén a la familia real. La represalia fue tan rápida como efectiva: la República y los Jedi unieron su coraje para acudir en ayuda de Alderaan. Los héroes de la República aniquilaron a los invasores e infligieron una dolorosa derrota al Imperio Sith.
Pero eso no significó que la invasión imperial fuera olvidada. Por primera vez en la historia, el liderazgo de Alderaan abogó por una acción militar ofensiva en el Senado. Cuando se firmó el Tratado de Coruscant unos años más tarde, el Príncipe Heredero de Alderaan abandonó el Senado en protesta. Alderaan se retiró de la República y se convirtió en un sistema independiente. La decisión del príncipe heredero dividió a la población: mientras unos la aprobaban, otros lloraban escándalo. Pese a la polémica, el orden reinó hasta la muerte de la reina, sin heredero, el desintegrador de un asesino habiendo acabado con la vida del príncipe unos días antes. El Parlamento de Alderaan se enfrentó entonces a un dilema inextricable: ¿a qué casa noble iría el trono? Cuando una de las casas comenzó a imponerse por la fuerza, estalló una guerra civil sin precedentes.
Para complicar aún más la situación, una de las casas olvidadas de Alderaan está ahora de regreso, con el apoyo del Imperio, para reclamar su posición, mientras que la República se ha alineado detrás de la honorable Casa Organa. Aunque ninguna de las dos superpotencias tiene tropas terrestres, las rivalidades sobre Alderaan pueden terminar provocando un regreso al conflicto galáctico. Pero a pesar del caos y la violencia en que se ha hundido el clima político, la riqueza de su historia y la belleza de su entorno hacen de Alderaan un mundo de primer orden. La pregunta es ¿quién tomará el control de esta joya?
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Las casas nobles de Alderaan libran una guerra civil despiadada para apoderarse del trono
Bosques, colinas y montañas nevadas
Tras el comercio de Coruscant, Alderaan abandonó la República Galáctica.
